Federico Moreno Torroba es la última gran figura que, junto a Pablo Sorozábal, cierra esa gloriosa página musical que España ha escrito a través de la zarzuela. Un género que inicia con el Barroco una larga historia en continua metamorfosis, derivada de su capacidad para ser reflejo de la sociedad. Cientos de compositores han participado en esa especie de milagro: desde Barbieri hasta Moreno Torroba, el último bastión, al que dedican su libro los dos grandes hispanistas Walter Aaron Clark y William Craig Krause.

Los autores estudian el devenir artístico de Moreno Torroba, dentro de la movida historia de la España del siglo XX, y también su polivalencia. Porque, además de compositor de teatro y de música para guitarra, fue un activo empresario, director de orquesta, presidente de la SGAE, desde donde defendió los derechos de autor, y director de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.

Clark y Krause ofrecen un estudio de su inmensa obra donde se une el análisis musicológico y la visión humanística, acercando al lector a los secretos de un arte que ha servido magistralmente al teatro lírico, pero sin perder de vista a una España que pasa llena de energía, de crisis en crisis, por los felices veinte, los hoscos treinta, y por una dura y larga posguerra. Han conseguido eso tan difícil: dar protagonismo a la música, enmarcándola en la compleja vida de la España de entonces, azotada por profundas contradicciones sociales, ideológicas y estéticas, tan dispares a veces; y todo, sin perder de vista al hombre, Federico Moreno Torroba.