La colaboración con entidades culturales ofrece la posibilidad de convertir las investigaciones científicas de carácter básico en productos culturales que se ponen a disposición del público, generando un beneficio no solo para los participantes, sino especialmente para toda la sociedad. Los resultados del proyecto no se acaban con la publicación de artículos o libros, ni con la edición de las partituras, sino que consigue despertar el interés de instituciones culturales como el Teatro Real, el Teatro de la Zarzuela, el Museo Nacional del Prado, la Orquesta Nacional de España, la Fundación Juan March, el Centro Nacional de Difusión Musical y distintos ciclos y festivales de música. La producción de las obras descubiertas en los archivos en espacios públicos supone un punto de encuentro privilegiado entre el mundo académico y las instituciones culturales que enriquece la actividad musical, ya que contribuye a romper con la interpretación rutinaria del mismo repertorio fosilizado desde hace décadas, mientras ayuda a descubrir el propio patrimonio musical español que para muchos parece no haber existido nunca, despertando el interés en los programadores, intérpretes y músicos, pero también del público en general, que tendrá un conocimiento
directo a través de su escucha en vivo.
Este consorcio permite poner en valor para la sociedad algunas de las contribuciones estelares de la cultura musical y escénica de siglos pasados y, de esta manera, contribuir a un mejor conocimiento de la realidad y la historia de Madrid y de España en su conjunto.